Conectándonos

El Mundo de Osho

Noviembre de 1996


Experiencia

La verdad no es un concepto, no puedes pensar acerca de ella. Es una experiencia; tienes que vivirla. No llegarás a saber lo que es la verdad a través de una filosofía, sólo a través de la religión sabrás lo que es la verdad; sólo a través de la religión lograrás encontrar la verdad. Puedes leer acerca de ella, puedes pensar acerca de ella, puedes ponderarla, pero recuerda: pensar acerca de la verdad no es saber la verdad, pensar acerca de Dios no es conocer a Dios; pensar acerca del amor no es conocer el amor. Para conocer el amor tienes que enamorarte, tienes que experimentarlo. No hay otra forma más que la existencial.

Y para experimentar la verdad necesitas un cambio radical en tu visión: tienes que bajar de tu cabeza y entrar al corazón. Debes existir como tu corazón, no como tu cabeza, porque la cabeza sólo puede pensar. Puede pensar ideas hermosas, pero aún las más hermosas ideas son sólo ideas, vacías e impotentes. Es a través del corazón que tu sientes, que tu experimentas.

Mi trabajo consiste en mover tu energía desde la cabeza hacia el corazón. Aquí estamos usando todo tipo de métodos y trucos. Habrá una gran resistencia al principio pues la cabeza ha sido tan poderosa por tanto tiempo. Ha sido la soberana, la autoridad suprema, no puede aflojar sus garras tan fácilmente. Y el corazón ha sido reprimido. Pero el corazón es tu verdadero centro, la cabeza es sólo tu circunferencia.

La cabeza es buena como una máquina, es una computadora. úsala cuando la necesites, pero no te dejes poseer por ella. Sé el amo de tu mente, nunca seas un esclavo de ella. Deja que el corazón sea el amo y la mente la esclava.

De eso es lo que se trata el sannyas. Esa es mi definición de sannyas.

Osho, Ningún hombre es una isla

Tu eres tu experiencia. Por ello, experimenta más. Antes de asentarte, experimenta tanto como te sea posible. La persona verdadera nunca se asienta, la persona verdadera permanece siempre sin hogar, un viajero, un vagabundo, un vagabundo del alma. Sigue siempre en la búsqueda, sigue siendo un inquisidor, un aprendiz, nunca se torna un erudito. No tengas urgencia en convertirte en un erudito, permanece un aprendiz. Tornarse un erudito es feo, permanecer como un aprendiz tiene una tremenda gracia y belleza, pues eso es la vida misma.

Entrena imparcialmente en todos los aspectos, es importante haber entrenado profunda y persistentemente en todo. Y cualquiera que sea aquello en que entrenas, apréndelo en su totalidad. No dejes que sea un 'toco y me voy'. Sumérjete en ello como si fuera de por vida. ¡Arriésgalo todo! Sé total, cualquier cosa que hicieras, porque es sólo a través de la totalidad que uno aprende. Es sólo cuando estás totalmente metido en algo que se te revelarán todos los misterios. Si estás totalmente en el amor, entonces el amor te revelará sus misterios, si estás totalmente en la poesía, entonces el mundo de la poesía abrirá su corazón.

Osho, El Libro de la Sabiduría, Vol II

Cuando Osho me estremeció por primera vez

Hace alrededor de 6 años que contacté con Osho, mejor decir, Osho contactó conmigo. En realidad no tenía ni la mínima idea de lo que seguiría. ¡Qué ingenuo! Por esas fechas aún seguía siendo un 'discípulo' de Krishnamurti. A Krishnamurti primero lo conocí a través de sus libros y me fascinó. Para mi la atracción era la pureza de su enseñanza, la conquista de la libertad y la apertura de la conciencia que vendría de un salto de lo conocido a lo desconocido. Todo esto por un estado meditativo.... Pero, no había nadie, sólo yo, y aunque en realidad el era un auténtico Maestro, no podía tocarse, permanecía alejado.

Como no podía entrar a mi interno, estando solo, opté por conocer grupos diversos, unos esotéricos, otros exotéricos; pero no alcanzaba a moverme sino muy lentamente. Regresé con Krishnamurti, aunque en realidad no lo había dejado, seguía clavado con él. Desde que fui a una de sus pláticas en su campo del Robledal, en California, comprendí que el mundo de un iluminado es muy fascinante, pero ... seguía sin poder caminar sino muy poco a poco.

Cuando Osho entra en mi vida empiezo a vivir. Siento que su vibración conecta perfectamente con la mía y empiezan a suceder cosas. Una de las primeras experiencias fue con mi padre. 20 años peleando; el es muy fuerte en su ego, generalmente le gustaba imponerse y lo lograba casi siempre. Mi lucha era bastante intensa porque también quería imponerme a su ego, claro, me decía a mi mismo que yo era el que razonaba mucho mejor, ¡tonterías! Antes de conocer a Osho tenía como tres años queriendo conciliar con mi padre, pero casi no avanzaba. Los egos estaban crecidos, esta era la barrera. Sucedió una vez que entré a su casa y después de un rechazo, opté por salirme sin decir palabra y estando por abrir la puerta a la calle, algo internamente me movió de regreso con mi padre y me movió a abrazarlo con tanta ternura, mientras lo bañaba abundantemente con mis lagrimas, en tanto mis manos recorrían su rostro como si fuera lo más fino y sutil que hubiera conocido. De pronto, desde lo más interno, oí como una gran cadena caía desde mi cabeza hasta los pies, chocando al fin contra el piso, haciendo un fuerte estruendo. En ese momento me sentí libre, experimenté lo que era romper con una relación enajenante. Mi padre como yo, igualmente se llenaba de lágrimas de ternura. Así fue como compartimos en ese momento lo infinito, mientras éramos tocados por Dios, y nos estremecimos. Esto se prolongó por más de 20 minutos.

Desde la mañana que esto sucedió hasta la noche experimenté algo de lo que es el amor universal, esta misma experiencia se volvió a repetir con mi padre en dos ocasiones más, aunque con menos intensidad y menos duración.

Estas fueron las primeras experiencia que viví con Osho. Creo que las necesitaba para que la confianza apareciera y para que pudiera vislumbrar por dónde hay que caminar.

A partir de ese momento, me di cuenta que no me era posible crecer sin Osho, y observé que desde lo interno se mueve todo lo significativo ... y ahí está Osho, mi Maestro, mi Amado.

Desde entonces, las experiencias han abundado, ha habido de todo, como en botica, y el vivir se ha vuelto mi reto, y he venido aprendiendo que el gozo y el sufrimiento son parte del juego de la vida.

Sw Premal, Aguascalientes, México

Un juego sólo para locos, precio de admisión: tu mente

¿Crees que estoy bromeando?

Pues no lo estoy, créeme.

Yo te sugiero que no sigas leyendo. Después de todo, tú eres una persona respetable, ecuánime, poseedora de una mente muy buena, enterada de las cosas. Quizás un médico venerable, un político serio ... esos jueguitos .. son para gente sin quehacer.

Y bueno.. yo también, durante muchos años, tuve puesto el letrero en mi puerta: DORMIDA, FAVOR DE NO MOLESTAR.

Y yo estaba feliz en mi sueño porque yo pensaba que estaba despierta y me gustaba la canción de cuna. De vez en cuando me aburrían mis sueños y me aventuraba a abrir mi puerta y asomarme a ver qué había allí. Francamente, cada vez que me asomaba veía un paisaje diferente. Algunos me atraían, me parecían interesantes. Otros me apuntaban con un dedo acusador, y éso no me gustaba. Otros me ofrecían golosinas y pintaban una vida color de rosa ... ¡y eterna! ¿Así nomás? No sé por qué no les podía creer. Claro que yo regresaba coriendo a mi casa, cerraba la puerta y volvía a colgar mi letrero - FAVOR DE NO MOLESTAR.

Y bueno, ... ¿cuánto tiempo podía yo quedarme sin ser molestada ...? Después de todo ... tampoco mi sueño me gustaba tanto.

Y bueno, ... yo no tenía nada más que mis sueños ... ¡pero era ALGO!

Un día, uno más de tantos iguales, yo andaba por allí incauta, inocentemente atendiendo a mis propios asuntos, cuando, sin saber de dónde venía, un invisible hilo me lazó y me jalaba inexorablemente hacia yo no sé dónde. Como el hilo era fuerte y yo siempre he pecado de curiosa, no puse resistencia alguna. ¡Cómo si hubiera podido ponerla!

¡Qué poco sabía yo del peligro que corría!

Aterricé en un terreno de arenas movedizas, temblores de tierra, huracanes y ráfagas. No sabía si sentía martillazos o aspas de un molino invisible que me descuartizaba. ¡Me sentía como carne molida para hamburguesa! "¡Un momento!", grité, "¿qué creen que soy? !", grité más fuerte. "¿Qué es esto, un rastro?" Y la respuesta salió de mi mismo interior: "Sí, un rastro de EGOS."

Francamente me asusté. Regresé corriendo a mi casa, pero mi letrero ya no estaba en la puerta. ¡YA ME HABíAN MOLESTADO! ¡No respetaron mi estado de DORMIDA!

Pero encima de todo, el precio que se me pedía era dejar mi mente en la entrada.

"¡NO PUEDO! ¿y ahora con qué voy a funcionar? !"

"Con tu corazón," El me dijo

El se llama Osho.

Ma Anand Norma

Osho en Uruguay

Algunos de nuestros lectores probablemente no sepan cuán cerca lo tuvimos a Osho. Las circunstancias de su viaje no fueron las más propicias, fue parte de lo que se llamó la Gira Mundial, un forzado peregrinaje tras el cierre del 'Rancho' (Rajneeshpuram), la comuna en Oregón, por parte de las autoridades norteamericanas. La negativa de muchos países de acordarle visa forzó a la caravana a volver a Puna, India, de donde habían partido varios años antes, y donde se encuentra actualmente la Comuna.

Estos son parte de los recuerdos de Ma Prem Shunyo:

Hasya and Jayesh acababan de llegar a Montevideo y encontraron una casa para Osho en Punta del Este. Se decía que era como la Riviera de Sudamérica, y probó ser tan bello que quedamos asombrados que el resto del mundo no supiera nada del lugar.

Al día siguiente, Jayesh, Anando y yo manejamos durante tres horas a través de la campiña, plana y verde, hacia Punta del Este. La casa estaba a tres minutos de caminata de las dunas de arena que llevaban a una extensa y llana playa ¡y al mar! Se decía que el aire marino en esta área era bien conocido por sus poderes curativos y olía limpio y dulce.

La casa era magnífica, y como había sido construida originalmente como dos casas, luego unidas, era enorme. Afuera, enmarcado por altos eucaliptus con sus troncos descascarados multicolores, había un parque de césped (grama), una piscina y cancha de tenis. El vecindario superaba a Beverly Hills, dijeron Hasya y John, quienes habían vivido en Hollywood antes de mudarse a Rajneeshpuram. Los cuartos de Osho se encontraban arriba de unas ondulantes escaleras. En el pequeño descanso pusimos Su mesa de comer, en frente de un angosto ventanal de 10 metros de alto, a través del cual se podían ver los árboles. Había un pequeño corredor y en un extremo, un amplio y moderno baño, casi tan bueno como el que Osho tenía en Rajneeshpuram, en el otro, un dormitorio. El dormitorio no era el más grande pero era el único cuarto en la casa con aire acondicionado y total privacidad. Era oscuro y un tercio de él estaba particionado por una puerta corrediza de roble. Este pequeño cuarto siempre nos produjo una extraña sensación y siempre tuvo un olor raro. Acostumbrábamos bromear acerca de que debía haber un fantasma. Pero la casa estaba inmaculadamente limpia y Osho estaba conforme.

Cuando Osho llegó, caminó con Su mano en Su cadera admirando la casa y los jardines. Después de un par de días vino a sentarse al jardín todos los días. Era tal la alegría de verlo bajar esas escaleras, tomado de la mano de Vivek, pasar por la piscina hacia Su sillón, ya preparado, esperándolo. Un día vino luciendo lo que yo llamo su camisón de dormir, una larga bata blanca y sin sombrero, pero con sus anteojos de sol Cazal, aquellos que solíamos llamar sus anteojos de mafioso. La escena tenía un aire íntimo y excentrico. En ocasiones, trabajaría algo con Hasya o Jayesh y a veces con Anando, o simplemente se quedaría sentado, en una quietud perfecta, quizás por dos o tres horas, hasta que Vivek pasara a buscarlo para avisarle que Su almuerzo estaba listo. Nunca leía nada, nunca cambiaba de posición en el sillón, simplemente permanecía sentado inmóvil.

Mientras El estaba sentado por la piscina nosotros nos manteníamos discretamente fuera de su vista. Osho, sin pedirlo, siempre crea un sentimiento en la gente de respetar Su privacidad. Cuando El está con nosotros en un discurso, nos dá tanto, que si El camina alrededor del jardín, o cuando come, lo dejamos totalmente para si. Si El se encontrara, por pura casualidad, con alguien, entonces es impresionante ver con qué totalidad El saluda a esa persona; Su mirada lo penetrará, y yo he quedado conmovida tras encuentros accidentales con El, pero aún así, se siente mucho mejor respetar Su privacidad. Así pues, aunque vivíamos en la misma casa con Osho, El se sentaba solo cuando no nos hablaba en el discurso.

Anando nos contó acerca de un día cuando estaba sentada con Osho en el jardín leyéndole recortes de diarios y cartas de Sus discípulos. Sopló un fuerte viento del mar y los altos árboles que rodeaban la casa comenzaron a mecerse y sacudir sus pinochas como una lluvia de pequeñas piedras. Las pinochas caían alrededor de ella y de Osho, y ella le urgió a correrse bajo el reparo del techo. El dijo en una voz totalmente desapasionada, "No, no, no me golpearán," y se quedó tranquilamente sentado allí mientras Anando saltaba por las pinochas que caían por todos lados. Ella recordaría cuán calmado El estaba y cuán natural su certeza de que no recibiría un golpe.

Ma Prem Shunyo
Días de Diamante con Osho, Cap 14: Uruguay

¿Qué es Meditación?

Mi respuesta fue cambiando durante el tiempo, usualmente citando tal o cual discurso de Osho, todo de la cabeza. Sin embargo, hace no mucho, me ocurrió algo muy lindo y desde entonces se convirtió en mi ejemplo preferido, pues me sale del corazón. Como Osho señala una y otra vez, nada es tan valioso como la experiencia vivida personalmente pues, quiérase o no, las citas de Osho me salen de esta cabecita loca, material de segunda mano, que le dicen.

Caminaba por estos maravillosos cerros del norte de California, cerca de mi casa. El sendero iba subiendo suavemente entre los bosques, ofreciendo en cada claro y cada recodo una hermosa vista del valle al pie del cerro, con la Bahía de San Francisco al fondo. Claramente podía escuchar el rodar de los automóviles en la autopista, a lo lejos. No es que fuera muy ruidoso; al mismo tiempo podía oír claramente el trino de los pájaros, el viento en las hojas, las lagartijas escurriéndose entre las hojas secas, pero la quietud era tal que aún sonidos lejanos como el de los autos se podían sentir como un suave murmullo.

Sin embargo, en ese momento no era conciente de ese ruido, tan leve y tan constante, prácticamente indiscernible. El camino se niveló y comenzó a bajar suavemente. Al poco rato, me detengo... algo había cambiado y no podía darme cuenta qué era. Veo a mi alrededor, miro detrás mío a ver si fue algo que se me hubiera caído. Entonces caigo en cuenta, lo que falta es el murmullo del tráfico. Al comenzar el descenso por el otro lado del cerro, la cumbre del mismo me escudaba del ruído.

El silencio, la ausencia de ese murmullo era tangible como una presencia, como si 'algo' se me hubiera aparecido delante mío.

De pronto, en la falda del cerro de enfrente podía escuchar las voces de otros caminantes y en el fondo del valle el rumor del agua en la quebrada, todo parecía amplificado, como si estuvieran allí nomás, como si pudiera tocarlo...

Y así siento que es la meditación. Pues nuestra mente está constantemente sometida al rumor permanente de las ideas y los pensamientos, apenas perceptibles, muy bajos, tanto que apenas nos damos cuenta que están allí. La meditación crea el espacio, ofrece la oportunidad, como esa caminata me la ofreció, de apartarse de ese murmullo constante y, de pronto, el silencio surje como algo tangible y es ahí cuando uno toma conciencia que ese murmullo no es uno y cuando se da cuenta de que es posible liberarse de él. Logrado esto, es posible comenzar a percibir otros sonidos, otros acontecimientos que ocurren también dentro de uno.

Sw. Satyam, ahora en Buenos Aires, Argentina

Demoras

Este mes, Conectándonos se vuelve a demorar otro tanto. Sw. Dhanyam fue a pasar una merecida estadía en Puna y yo, Satyam, estoy en Buenos Aires por unos meses. Los lectores dentro de los Estados Unidos y Puerto Rico lo recibiran desde California cuando Dhanyam esté de vuelta, el resto lo recibirán desde Argentina. Conectándonos continuará aún estando parte del 'staff' en USA y parte en Argentina.


Foro de conversación de Osho en castellano

Para los usuarios de correo electrónico, se encuentra ahora disponible un foro de conversación en castellano sobre Osho en Internet. Para instrucciones sobre cómo registrarse, envíenme un mensaje a sannyas-spanish-owner@YahooGroups.com.


Nasrudin decide que le podría ser útil aprender algo nuevo.

Va a ver a un músico y le dice "¿Cuánto cobra por enseñar a tocar el laud?"

"Treinta piezas de plata por el primer mes; luego, una pieza por cada mes subsiguiente", dice el músico.

"¡Excelente!" dice Nasrudin. "Comencemos por el segundo mes, pues."


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