Buscador de la luz

 

Vuelta a Conectándonos

Me encontraba solo en la isla de Bali, en Indonesia.
Hacía un mes me habían robado absolutamente todo.
Mi mochila con todos mis tesoros, pasaporte y todo mi dinero.
Sólo tenía mi carpa y mi alfombra mágica.
Hacía tres años que estaba absolutamente perdido.
Todo lo que era más importante en mi vida se había desmoronado.
No tenía ninguna razón para seguir con vida.
No tenía ninguna esperanza, ninguna motivación para luchar.
Mi vida consistía en deambular de playa en playa.

Era de noche y necesitaba un lugar para dormir.
Bajé un precipicio al lado del mar y encontré una cueva enorme.
Me introduje en la cueva e instalé mi carpa.
Estaba helado, húmedo y estaba enfermo con fiebre.
Me enrollé con el cubre techo de la carpa,
y me tendí sumergido en la más absoluta oscuridad.
¡No te puedes llegar a imaginar el proceso mental!

El mar golpeaba cerca, en una de esas, entraba una ola a la caverna
y me arrastraba al mar, el peligro siempre estaba presente.
Luego de horas en ese estado en la oscuridad,
percibo un atisbo de luz en el techo de mi carpa.
Salgo a investigar y me encuentro con una sorpresa.
La cueva tenía una ventana en lo alto.
La luna estaba llena y, maravillosa, entraba por esa ventana.
Viví un Satori o salto de conciencia.
Vivencié mi realidad.

Me di cuenta de que lo que estaba pasando en ese minuto
era exactamente lo que pasaba conmigo.
Estaba metido adentro de una cueva envuelto en la oscuridad,
pero existía una luz más arriba.
Todo lo que tenía que hacer era elevarme a esa luz.
Quería volver a la luz y me percaté que con sólo el querer ir
era suficiente para que mi vida se llenara de luz

He transformado mi vida.
Cambié la oscuridad por la luz.
Tomando conciencia de mi.
Reencontrándome con la fuente.
Disfrutando mi caracter divino.
Me fueron de gran ayuda la meditación y los Ángeles.
Pero el proceso fue producto de mi esfuerzo.
De mi confianza en que yo era capaz de autosanarme.
No existieron ni psiquiatras ni medicamentos; nunca he confiado en ellos
Sólo yo soy el responsable de lo que soy ahora: FELIZ

Esto no significa que vivo en el paraíso.
La vida continúa enviándome desafíos increíbles.
Pero tengo una tranquilidad de espíritu.
Puedo disfrutar sin miedos el aquí y el ahora.

Buscador,
siento dolor y felicidad

El dolor es por comprender lo que sientes ahora.
La felicidad es comprender que eres un buscador.
Que no te has abandonado a la oscuridad.
Que tu voluntad de lucha existe.
¡La felicidad que encuentras cuando logras cruzar
una etapa difícil en tu vida es tan pero tan intensa!
Sólo tu vas a poder valorizarla en su justa medida.
Sólo el que ha vivido la oscuridad puede VER la luz.

Sw. Edge


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