Que hago aquí

 

Vuelta a Conectándonos

¿Como llegué a compaginar este boletín? Muy simple, Dhanyam me lo propuso y yo dije, ¡por qué no! Desde muy temprano me vi involucrado, muy ocasionalmente y brevemente, en este tipo de empresa. En mi primera estadía en Puna, entre un grupo y otro, fui a dar una mano en traducir para el entonces Rajneesh Times en castellano. Carrera meteórica, podría decirse, ya fuera por mi habilidad o, lo más probable, por la falta de suficientes hispanoparlantes que pudieran o quisieran hacerlo. En el par de meses que estuve pase de traducir la columna de numerología al mismísimo discurso de Osho. ¡Qué fascinante experiencia traducir Sus palabras!, no solo como quien lee un libro o escucha sus discursos sino poniendo la mayor atención a cada una de sus frases para que aquellos que las hubieren de leer, pudieran captarlas en su totalidad dentro, obviamente, de los limites de mi propia comprensión.

Pasan los años y ya ni vivo en un país de habla hispana y alguien que ni siquiera habla castellano me viene a proponer hacer Conectándonos. A Osho hay que decirle que no desde el principio o verse sometido a este tipo de sorpresas. Pero yo no fui capaz, en su momento, de decir que no, por suerte. Si a esto le sumamos que raramente leo algo de Osho, pareciera que soy la persona menos indicada para esto; sin embargo, Conectándonos hace que me conecte con mi lengua, con mi Maestro y con ustedes.

En este medio año he tenido la oportunidad de compartir con ustedes vuestras historias y hemos recibido, en Viha, numerosas cartas de agradecimiento que, por nuestra parte, agradecemos pero no reproducimos para no darnos aires. Al tiempo se sumó Taruno, otro Argentino también lejos de su cuna, que, afortunadamente, recuerda mejor su gramática que yo. (Alguien nos ha comentado nuestros errores, como si de dos argentinos, emigrados y, encima, Arquitecto el uno, Ingeniero el otro, pudiera esperarse mejor castellano!)

Siento, además, que Conectándonos nos hace falta. Nuestra lista de distribución abarca este continente de extremo a extremo, España, Puna y alguno que otro lugar por allí y por acá, con unos 100 nombres que, en algunos lugares, se multiplica por muchos más.

Y, de pronto, nos llega una carta desde una cárcel donde nuestro lector nos agradece y nos hace saber que hace circular Conectándonos entre sus compañeros.

O desde Cuba, donde Benito nos hace saber de su esfuerzo para difundir a Osho y cómo le saca el mejor provecho a sus preciados y escasos libros, prestándolos a amigos y pacientes. Quizás no haya más que unos pocos libros de Osho en toda Cuba. Aquellos libros que ustedes quieran enviar pueden hacer una gran diferencia, no importa que estén repetidos, pues Benito los va prestando a distintas personas. (abajo repito la dirección)

Creo que todos, en un momento u otro, sentimos que debemos retribuir algo de todo lo que Osho nos ha dado. A veces, nuestro ego fanfarrón, delira con grandes proyectos. De pronto, y de la forma más inesperada, alguien viene con una idea sencilla, y uno comienza a juntar historias de aquí y de allá, a compaginarlas, copiarlas, ensobrarlas y despacharlas por correo y comienzan a suceder cosas..

Alguien que nos pide un mala, otro que no sabe dónde hay un centro de meditación en su ciudad, u otros sannyasins con quienes entrar en contacto; otro que quiere ir a Puna y no sabe cómo, o qué esperar al llegar a India ... otro que ni siquiera sabe dónde es Puna.

¿Quién sabe qué puede surgir? (y aquí entra de nuevo el ego fanfarrón, ¿o será mi argentinidad que me pesa? Adivinanza: ¿Saben cómo se suicida un Argentino? Solución: se trepa a su ego y salta al vacío.)

... Alguien quizás tenga algunos capítulos de algún libro de Osho que haya comenzado a traducir y le ha faltado la energía para continuar... conectándose con otros que se atrevan a hacer, quizás, no más que un capítulo. Alguien que quiera recorrer el continente ... conectándose con otros que lo puedan hospedar y ayudar.

Como todo, tiene sus altibajos. Fue una gran alegría cuando logramos llegar a cubrir dos páginas. En este ejemplar, por el contrario, no hay ningún material de ustedes. Queremos mantener el contacto, por eso salimos adelante con este ejemplar. Vieron que no hay ninguna nota de, por decir, Prem Papaya? Bueno, es que no la mandó. Joderse, pues, habrán de leer mis historias.

Queremos que se acostumbren a que estemos allí, nosotros, digo, aquellos que lo producimos y aquellos que nos traen sus historias y experiencias. Aunque tampoco queremos que lo den por sentado, esa estampilla que ven en el sobre salió algún lado.

Para ser concretos, al momento, hemos recibido 3 suscripciones y una generosa donación de $500. Hagamos un poco de aritmética: a un dólar la estampilla, 100 estampillas ... ¿se va captando?

Por ello, pedimos vuestra ayuda, pagando cada quien sus estampillas, o ahorrándonos el franqueo diciéndonos, ‘gracias pero no me interesa’ o ‘gracias, voy a compartir la copia de Pepe’ o ‘yo me encargo de distribuirla a tal y cual’.

Sin embargo, y por sobre todo, nada de esto tendría sentido si no hubiere algo que compartir. Si hay voluntad de conectarse, todo esfuerzo de nuestra parte no es una carga sino un placer.

¿Por qué no publicamos, simplemente, discursos de Osho? Porque nuestra comunidad está viva. No adoramos a aquellos cuyas enseñanzas fueran puestas en papel (papiro o pergamino) siglos ha. Tenemos un Maestro cuya frescura aún perdura en todos nosotros; quien ha creado una comuna, no una religión. Las religiones adoran imágenes inertes, las comunas se forman con gentes, nosotros, que estamos vivos y a quienes nos suceden cosas.

Ir ‘Conectándonos’ es una forma de mantener el vínculo que mantiene nuestra comuna viva.

PD: La dirección de Benito:

Benito Formigo Salabarría
Comunidad Nro 1, “La Cabaña”
Habana del Este
Ciudad de La Habana
Cuba

Sw. Satyam, Viha


Vuelta a Conectándonos